🌀 Cuando el camino se vuelve difícil: recordar para qué
Lo que la logoterapia puede enseñarnos sobre sentido, libertad y elección.
En el capítulo 14 de Somos Impacto, Alejandra Garza nos habla de cómo la logoterapia le ayudó a navegar momentos decisivos de su vida, como cerrar un emprendimiento que le había costado años construir, o atravesar un grave problema de salud que puso todo en pausa.
No fue fácil, pero ese enfoque le permitió encontrar sentido en la incertidumbre y avanzar.
Yo personalmente, conocía la logoterapia de haber leído hace varios años “El hombre en busca de sentido”. Pero el relato de Ale me hizo aprender un poco más y querer seguir investigando. Te traigo un resumen y te animo a que escuches el episodio.
La logoterapia
Es una forma de psicoterapia basada en la simple pero profunda idea de que el ser humano puede atravesar las dificultades si encuentra un sentido para hacerlo.
Su creador fue el Dr. Viktor Frankl, un psiquiatra austríaco sobreviviente de campos de concentración nazis, incluyendo Auschwitz. En medio del horror, su ojo clínico le hizo observar que las personas que encontraban un sentido eran quienes más probabilidades tenían de sobrevivir. Esto confirmó una teoría en la que estaba trabajando antes de ser encerrado. Al salir, terminó de desarrollar la logoterapia, publicando, entre otras, su obra más conocida: “El hombre en busca de sentido”.
Su forma de entender al ser humano se convirtió en una de las 3 ideas más importantes de su época, junto con las de Freud y Adler. Mientras ellos decían que lo que nos mueve es el deseo o las ganas de tener poder, Frankl propuso que lo que realmente nos da fuerza es tener un “para qué”.
Una vida con sentido
Resumiéndolo mucho, la logoterapia propone que para encontrar sentido en la vida necesitamos tres cosas:
1. Cambiar de pregunta
Ante la adversidad, no preguntarnos “¿por qué me pasa esto?”, sino “¿para qué”.
La logoterapia no habla de ignorar el dolor, pero sí de no quedarnos atrapados en él. Para ello, nos invita a preguntarnos:
¿Para qué estoy viviendo esto? ¿Qué sentido tiene o puede tener para mí?
No es una pregunta para resolver, sino para pensar, sentir, y mirar distinto.
“Lo que importa no es lo que nosotros esperamos de la vida, sino lo que la vida espera de nosotros.” - Viktor Frankl en El hombre en busca de sentido
2. Descubrir el sentido en lo cotidiano, no solo en grandes causas
No se trata de tener una "gran misión".
El sentido se encuentra en lo que ya haces, en cómo lo haces y para quién lo haces. Desde una conversación real con un miembro de tu equipo o en una decisión difícil tomada con integridad, hasta reconocer y agradecer las pequeñas cosas de la vida.
“El sentido de la vida difiere de una persona a otra, de un día a otro y de una hora a otra. Lo que importa, por tanto, no es el sentido de la vida en general, sino el sentido específico de la vida de una persona en un momento dado.”
— Viktor Frankl, El hombre en busca de sentido
3. Elegir nuestra actitud ante lo que no podemos cambiar
No siempre puedes cambiar la situación, pero sí tu actitud frente a ella.
No es positivismo tóxico, es entender que una cosa es lo que sucede y otra muy distinta cómo reaccionamos ante lo que nos sucede. No tenemos control sobre lo que pasa fuera de nosotros, pero sí podemos aprender a gestionar lo que pasa dentro y que nuestras acciones sean conscientes y no reactivas.
"Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas -la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias para decidir su propio camino." - Viktor Frankl, El hombre en busca de sentido
Por supuesto, encontrar sentido no es lo único que necesitamos para estar bien, individual o colectivamente. Pero conectar con el sentido de la vida puede ser un punto de anclaje para no perdernos en medio del camino, sobre todo, en los puntos más difíciles.
Somos Impacto Podcast
Te invito a escuchar el episodio con Alejandra, donde nos comparte con mucha honestidad cómo encontró claridad en momentos que parecían no tener salida.
Muchas gracias por leerme. ¡Escríbeme, me encantará leerte!
Un abrazo,
Silvia Haba de Merlo
Fundadora de coimpacta



