🌀 La paradoja de la pasión por el impacto: nos impulsa y nos quema
Nuestra vocación, nuestra convicción y nuestra pasión por la causa a la que servimos no sólo no lo evita sino que aumenta el riesgo de que nos quememos.
Nuestra pasión nos puede perjudicar.
Antes pensaba que vivir mi propósito y trabajar con pasión era suficiente. Por eso, cuando, hace un par de años, empecé a notar que no estaba al 100%, que me sentía mental y emocionalmente drenada por un trabajo que me llenaba, no lo entendía. Y me sentía culpable y egoísta.
“¿Podía algo que me apasionaba, perjudicarme también?” me preguntaba.
Hoy hago un llamado. No de apagar nuestra pasión. Sino de avivar la llama con el oxígeno y el balance que necesitamos para que siga impulsándonos, sin quemarnos.
La llama que impulsa y quema
En el ámbito del impacto social, el propósito y la vocación por marcar la diferencia son profundos. Nos mueve una intensa llama de pasión y convicción. Luchamos por cambiar vidas, comunidades y el mundo en general.
La pasión es una fuerza poderosa. Es el impulso detrás de cada esfuerzo significativo. Es la energía que nos impulsa a trabajar incansablemente, pensar de manera innovadora y conectarnos con nuestro lado más humano.
Lo que a menudo no sabemos (u olvidamos) es que esa misma pasión que nos impulsa también puede quemarnos.
Según un estudio desarrollado con el BIDLAB para The Wellbeing Summit Bogotá, el 28% de los profesionales de cambio social sufren de síntomas severos de burnout y el 22% signos de depresión severa o extrema.
En otro estudio realizado recientemente entre profesionales de organizaciones sin ánimo de lucro en Panamá, observábamos la paradoja de manera clara:
Mientras los hallazgos mostraban el 37% de nivel de bienestar subjetivo medio o bajo, y el 32% experimenta burnout moderado o severo, también indicaban que el 93% de los encuestados estaba satisfecho con su trabajo. Aunque sí se veía la correlación de que a peores niveles de bienestar, menos satisfacción laboral, estos resultados muestran que nuestra pasión puede impedirnos ver que no estamos del todo bien. No nos damos cuenta hasta que ya es demasiado tarde.
Nuestra labor nos puede apasionar y nos puede estar perjudicando. Ambas situaciones puede ser ciertas a la vez.
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¿Por qué pasa esto?
Nuestra pasión puede cegarnos ante los peligrosos signos del agotamiento. Y el deseo de crear un mundo mejor puede llevarnos al abandono de nosotros mismos.
El estudio realizado en Iberoamérica desarrollado para The Wellbeing Summit Bogotá, anteriormente citado, indica algunas de las causas que pueden y nos están afectando (ver gráfico abajo).
Existe una visión sobre trabajar con pasión en impacto social que es transversal a todas ellas y está arraigada desde hace mucho tiempo que hace que la pasión nos pueda perjudicar.
Confundimos propósito con sacrificio personal, servir con solucionar todos los problemas, y compromiso y entrega con falta de límites.
Esto nos leva a trabajar sin descanso, superando nuestros propios límites, y desconectándonos de nosotros mismos y nuestras necesidades. Nos fijamos objetivos inalcanzables, con recursos irrisorios, y luego, medimos nuestro valor a través de nuestra capacidad para cumplirlos.
No somos peores profesionales por descansar y pausar. No somos unos desagradecidos si nuestro trabajo de propósito no nos da todo lo que necesitamos. No hemos fracasado si no logramos los aspiracionales (y muy honrables) objetivos no indica. No debemos esperar a estar MAL para escucharnos y hacer algo al respecto.
¡Sino todo lo contrario!
Una pasión que impulsa, sin quemar
Nuestra pasión es un recurso precioso que debemos nutrir y proteger. Y para no quemarla necesitamos acompañarla de una nueva visión sobre lo que significa.
El primer paso es reconocer que está bien y es normal no sentirnos al 100% todo el tiempo. Cuando nos damos permiso para sentir la intensidad de nuestra pasión, junto con el miedo, el estrés y el agotamiento que la acompañan, nos damos los espacios de recuperación que necesitamos y nos volvemos más resilientes y equipados para sostener nuestros esfuerzos.
Segundo, debemos de entender (y recordarnos de vez en cuando) que los problemas que abordamos son complejos y multifacéticos. Por ende, no podemos hacerles frente solos. No podemos atender a todo y a todos. Somos una pieza de un rompecabezas mucho mayor. La colaboración, la delegación y la búsqueda de apoyo son necesarias.
Tercero es entender que la pasión (o vocación) por sí sola no es suficiente. Si queremos lograr los ambiciosos objetivos a corto y largo plazo que nos proponemos como agentes de cambio, debemos de priorizar el autocuidado, de la misma forma que priorizamos las causas que defendemos.
Cuando tomamos descansos, reflexionamos y buscamos ayuda, alimentamos nuestra pasión en lugar de dejar que nos consuma.
La pasión es energía. Nos provee de un poder que hace posible lo imposible. El mundo te necesita a ti y a tu pasión. Pero el burnout es real.
Y por eso, no olvides acompañar la pasión de autocuidado.
Nuestra pasión es fuerza y debilidad. Por sí sola, nos puede quemar. Reconocer nuestra vulnerabilidad y abrazar el autocuidado no es solo una opción sino una necesidad cuando trabajamos con pasión. Porque al cuidar de nosotros mismos encontramos la fuerza para seguir sirviendo a los demás. Démonos permiso para sentir, porque en esos sentimientos reside el poder de crear una verdadera transformación sostenible.
Si quieres saber más sobre el estudio arriba citado, escríbeme.
🌀 Comunidad Coimpacta
Esta semana tuvimos un restaurador y reflexivo espacio con Carolina Maduro, quien nos guió en una sesión de consciencia plena para la compasión. Una sesión donde aprendimos sobre cómo hacer espacio para lograr sensaciones de plenitud y lograr ser “el antídoto” en un ambiente cambiante y de caos.
Como nos decía Carolina: “Compasión es poder dejar a la otra persona estar con su emoción. Y para ello, debemos aprender a estar con nuestras propias emociones.”
Si no pudiste participar y quieres acceder a la sesión grabada, únete a la comunidad coimpacta (sólo estará abierta a nuevos miembro hasta finales de octubre).
¿Lideras un proyecto u organización de impacto social y te gustaría que tu equipo pudiera tener acceso a herramientas de bienestar y liderazgo personal? ¡Responde a este correo y te cuento!
🌀 Webinar | Por tu bienestar
Como parte del grupo de co-organizadores de The Wellbeing Summit Bogotá que tuvo lugar el pasado mes de septiembre, el miércoles Unidos en Red celebró este webinar sobre el bienestar.
En este espacio, Camilo y Mireya hablaron de la importancia de cultivar nuestro bienestar cuando servimos causas sociales. También, Mireya, quien lideró el estudio que citamos más arriba, compartió algunos de sus resultados.
Gracias por leerme.
Te deseo un restaurador fin de semana.
Un fuerte abrazo,
Silvia Haba
Fundadora de coimpacta